Producir en Córdoba IV - José Gabriel Gentile
Llegando a un nuevo año, quise
continuar esta serie de encuentros con un enfoque especial. Después de algunas
modificaciones de horarios por la fecha muy particular en la que se me ocurrió
hacer la charla, me encontré adentrándome en el campo, por un camino sinuoso
que culminaba en el hogar del protagonista de ésta nueva entrevista.
Y nótese el término “hogar”, no
sólo por el hecho de recibirme en su lugar, en su casa, sino porque así se
siente entrar al estudio de José Gentile.
José es un músico, ingeniero,
productor y arreglador con muchos años de trayectoria y experiencia en las
grandes ligas de la industria discográfica. Cordobés, formó parte de “La Movida
del 87” dentro de las bandas “El Sueño Americano” y “Los Nuevos Coleccionistas
de Pasillos”. Trabajó en los medios como director de la radio de “Rock FM VOX”
y luego de “RadioUno CBA”, asociado a Radio Rivadavia. Más adelante se mudaría
a Boston para complementar su formación en la prestigiosa “Berklee College of Music”,
donde siguió la carrera en Producción Musical y se graduó Suma Cum Laude. En
2004 se muda a Los Angeles desde donde trabajó como productor e ingeniero para
proyectos para la TV, films para Hollywood, para producciones musicales del
mercado anglo y latino. Si bien sus raices son rockeras, lo más saliente que se
conoció en Argentina fueron los dos discos que produjo para Chayanne (que
fueron doble platino), pero no es lo único que ha hecho. Desde que volvió a
Córdoba ha producido grabaciones para bandas y artístas de la escena local, varios
singles y Eps. En álbumes se destacan el segundo de Los Frenéticos, “El Sonido
que Perdura”, uno de los discos mas votados del 2015 y ahora se encuentra
terminando el disco debut de Fly Fly Caroline que según dice, es hermoso. También se puede mencionar su trabajo con Martín Marassa y Florian Hue, Marcos French, The Greets, Dos Cabezas, Back To When, Mancebo, Rob Meister (artista australiano radicado en E.E.U.U. que vino a grabar a Córdoba), entre otros.
El estudio de José fue diseñado por “Walters-Storyk Design Group”
(WSDG) responsables de diseñar estudios muy importantes alrededor del mundo,
de los cuáles el primero fue “Electric Lady” de Jimi Hendrix. Pueden acceder al
Studio Tour desde el siguiente álbum de Facebook: Studio Tour - José Gentile
Siendo alguien en mi posición se
podrán imaginar que entrevistar a José me generaba una sensación parecida a lo
que deben sentir los pibes de reserva cuando entrenan con alguien de primera,
más una constante vocecita en la cabeza que repetía “no la cagues, preguntá
bien, no seas pelotudo”.
En la
repetición número 30, se escucha el “Hola, pasá” y ahí fui. Después del saludo
hablamos de por qué estoy haciendo lo que hago con estos encuentros, y apareció
la primera pregunta.
En el 2012 volví a Córdoba y, como se leyó en una nota que me hizo
Germán Arrascaeta en La Voz del Interior que se llamaba “Tengo una misión”, yo
sentía que había aprendido mucho en los años fuera del país y que ésta era una
gran oportunidad para ofrecer lo que sé para ayudar a los artístas talentosos
de éste lugar; ayudar a crear condiciones para hacer algo realmente copado, y
que también el público abrace el arte, la música de Córdoba.
En su momento presenté un proyecto en la Agencia Córdoba Cultura que al
final no se pudo dar pero mi idea era trabajar desde la educación (como primera
instancia), para que tanto los músicos como productores tengan mucha más info y
que eso ayude a crear proyectos con vuelo, y que incluso tengan un impacto en
los medios, desde Córdoba hacia el mundo. En ese sentido el proyecto era
bastante ambicioso. Pero para eso teníamos que concientizarnos todos para saber
dónde estábamos y qué es lo que teníamos que hacer. Entonces la idea de la
Jornada de la Industria de la Música era
(o lo que para mí significaba) una herramienta de concientización, una forma de
hacer un diagnóstico juntos y decir “A ver, ¿Dónde estamos parados?”, se lo
comenté a Karina Frías y después ella, que es la dueña del evento, le dio forma
junto con Maya.
Cuando volví, la idea era hacer conferencias y charlar este tema con
una visión constructiva, para adelante, y creo que se logró. Quizás no me
parecía inteligente crear un “debate" en función del objetivo de hacer
funcionar una potencial “industria”, la que necesita mas acuerdos que
diferencias sobre puntos de vista, las que eventualmente pueden congelar
iniciativas. Es decir, discusiones entre los músicos y los medios, o contra los
productores de eventos, escuchando opiniones como: “los medios nos ignoran”,
los periodistas de los medios dicen “bueno, pero no hay hits”, o la opinión de
algún periodista que “el arte es lo más importante” (en alusión a que los
productores musicales limitan el arte a favor del negocio) como si producir
significara “menos arte y mas business”. Pero mi idea era mas bien crear un
camino en el que todos tengamos un objetivo común y que todos se beneficien a
largo plazo, como sucede en todas las ciudades en las que hay industria
musical. Y decir industria no va en detrimento del arte, al contrario, es la
manera de darle combustible al artista y a quienes trabajan con y para él.
Desde donde estamos parados, uno es optimista porque están pasando
muchas cosas. En el aire está presente esta cuestión de que “hay una movida
interesante”. Ahora, yo que ya estoy más grande, eso en Córdoba ya lo vi muchas
veces. En diferentes etapas hubo movidas que no fueron menos importantes que la
de ahora, pero nunca pudimos pegar el gran salto, justamente porque no hay
“industria” propiamente dicha. Por el momento seguimos siendo una “industria en
potencia”. Ahora artísticamente tenemos una buena movida pero hay que ser más
inteligentes y trabajar más coordinadamente, para lograr que los artístas que
tienen talento hagan llegar su música a una audiencia mayor.
Si pero es un problema social. No es problema exclusivo del músico, del
productor, del ingeniero, del periodista, etc. Estamos viviendo una situación
difícil como sociedad. Somos una sociedad distinta, es única para mí. Yo no
conozco una sociedad como la nuestra, con sus virtudes y defectos. Pero estamos
siempre buscando responsables o culpables, sin hacernos cargo de lo que nos
toca a cada uno; y todos somos parte de esa sociedad, todos somos parte de algo
más grande que nosotros. Así como pasa en la política, que es un reflejo de la
sociedad en la que vivimos, ni más ni menos. En la música ¿Por qué va a ser
distinto?
Las bandas siempre tienen la queja “Los medios no nos pasan” y sí, en
algún punto tienen razón. Pero veámoslo del punto de vista del medio también,
que piensan “¿Qué me aporta a mí este artísta?”. Lo que hay que lograr es más
consenso y menos discusión. También entender que eso pasa en todas las ciudades
del mundo. Yo viví en Los Ángeles, quizás una de las ciudades mas importantes
del rubro. Para una banda de L.A, el problema es similar con el agravante de
una enorme competencia. No es tan fácil. Los van a pasar una radio pequeña,
indie… si no son un artista “mainstream”. Es así. Las radios que más audiencia
tienen, no pasan música indie, o si lo hacen es cuando la banda logra hacer
presión por sus propios medios primero, generando el interés necesario y
entonces los medios no quieren perderse del tren de la novedad.
Eso pasa en todo el mundo, no hay que desesperarse. Hay que tratar de a
poco de ir ganando lugar. Uno tiene que perseverar, hacerse presente, estar
visible y audible. Si ves que radios no te pasan porque todavía no levantaste
tanto vuelo, seguí yendo porque a lo mejor en algún momento serás lo que ellos
necesiten. Pero no podés pelearte o enojarte, porque ahí seguro que cerraste una
puerta.
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Con Martín Marassa y Florian Hue |
¿Para vos por dónde pasa el tener éxito de una banda? Obviamente que
para cada uno el éxito puede ser algo diferente, pero la pregunta va dirigida a
la industria, al mercado.
Esto es arte, y llega también a ser un trabajo, aunque no lo veamos así
porque hacemos lo que nos gusta. Principalmente por el hecho de que llega fin
de mes y uno tiene que pagar las cuentas, salvo que tengas una situación en la
que realmente no te haga falta el dinero. Por ahí los artistas jóvenes no lo
piensan, porque no tienen una familia aún, o están solos pero eventualmente lo
van a tener que hacer; pero sin dejar de lado para nada, ni ceder en el
objetivo artístico, hay que crear una carrera en etapas si se quiere, o visualizar
a donde quieren llegar de acá a 10 años.
Éxito significa cosas diferentes para artístas diferentes. Algunos
dirán que quieren ser famosos, millonarios, ser parte de la “crema” de la
música. Otros mas centrados dirán que quieren vivir de la música, que esa
música crezca artísticamente y que les dé un ingreso como para poder vivir.
Ahora si tomás la decisión de que sólo querés hacer música y no hacer lo que se
deba hacer para que llegue a su público y crear una fuente de ingreso de ella,
es probable que no vayas a vivir de esto.
Evidentemente hay que pensar en ésto, y éste éxito del que hablamos
tiene que tener relación con esa postura que se tome al respecto porque sino
vas a tener que trabajar de otra cosa. Y te puedo asegurar que si querés hacer
arte, no te va a gustar laburar de otra cosa. A veces no queda otra, y no hay
que renegar, ni sentirse mal, ni mucho menos. No es una carrera fácil. En el
mundo hay un montón de artistas que no viven de su música, y no es porque
estamos en Argentina.
Tener éxito, sería lograr un objetivo propuesto, ya sea tocar
semanalmente y pagar las cuentas o llenar el Luna Park. Después si miles de
personas escuchan lo que hacés y sos famoso, bárbaro; si te gusta eso y te va a
dar un pasar mejor, nadie se negaría. Es lindo que mucha gente pueda escuchar
tu material, es innegable.
En algún punto los artistas se sienten hasta acompañados cuando eso
sucede; cuando hay gente que se identifica con su música, con el proceso que
los lleva a dejar lo que les pasa en una canción y además que les reconozcan su
trabajo…
Sí, para mí la música y el arte en sí, tiene que ver con el amor. Y a
lo mejor hay más contacto con el amor que en otras profesiones; aunque
obviamente un médico me puede decir “yo con todo amor a mi profesión, le trasplanto
el corazón a este tipo”, pero siento que en el arte trabajamos con emociones
muy fuertes; con un estado muy especial del ser humano. El artista en su
interpretación brinda su amor con el corazón abierto; ese estado es exponerse,
es quitar las barreras que uno tiene y mostrarse para que te vean y te escuchen.
Entonces que la gente te diga “me encanta”, “loco, te amamos”, “cada vez que
escucho tu canción me acuerdo de tal cosa…”, el amor vuelve multiplicado y te
impulsa a hacer todavía más. Ese amor, el cual me ha tocado recibir muchas
veces, es mas valioso que el dinero.
A veces la frustración viene porque el amor que le ponés, no vuelve
como esperás. Sentís que das un montón de amor y después te sentís traicionado,
por así decirlo. Pero la gente no tiene la culpa; a lo mejor no tuvieron acceso
a tu música, a lo mejor no hiciste lo que tenías que hacer para que así suceda.
Pero estoy seguro que cualquier artista que lea lo que estás escribiendo, que
se suba a un escenario y alguien lo abrace y le diga que lo que hace significa
mucho para él o ella es el premio mayor ¿Me vas a decir que no se siente bien?
Somos afortunados los que trabajamos con el arte.
Eso no quiere decir que tu música sea mejor que otra, porque también
ese retorno depende de muchas cosas; no solamente de haber escrito una canción,
sino con muchas otras tareas posteriores.
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Con Pelu y Marcos de "Los Freneticos" |
¿Sentís propias las malas críticas a los discos de bandas que producís?
Yo no me siento culpable, me siento responsable de los discos que hago.
Yo soy el máximo responsable, no puedo desviar esa responsabilidad. Si algo no
funciona, en el fondo alguna responsabilidad tenés. Es como ser DT, “Yo no salí
a patear, ¿Qué culpa tengo yo que la pelota no entre?”, pero en alguna medida sí
sos responsable.
Escucho mucho las críticas y trato de entender el punto de vista. La
subjetividad y el entorno juegan un papel en ellas y hay que saber decifrar lo
que realmente significan. Me ha tocado hacer algún proyecto en el que siento
que no es ni el lugar ni el tiempo para que suceda, y no por eso pienso que nos
hayamos equivocado, por lo que esa crítica me puede parecer subjetiva, ya que
quizás hay otras razones extra musicales que están influyendo para que el
crítico tenga esa percepción, que por ahí no tiene nada que ver con la
producción o con la grabación.
Siento responsabilidad, pero también tengo la tranquilidad, por mi
manera de trabajar, que hicimos lo mejor que pudimos, porque se puso esfuerzo,
tiempo y corazón. Nunca me guardo nada y siempre estoy seguro de lo que al
final estamos ofreciendo. Con tal de asegurarnos de que es el camino correcto,
a veces le damos mas tiempo y esfuerzo a los trabajos, lo que no responde al
presupuesto asignado. Porque somos artístas y no lo hacemos sólo por el dinero.
Lo hacemos por el amor del que hablaba antes y porque queremos hacer algo importante,
de valor artístico, con vuelo.
De esta manera estoy seguro de que lo que sale, es la mejor versión de
ese arte, en ese momento. Si no gusta, bueno, es algo que puede suceder.
También ha pasado que ha habido cosas que no creí que serían importantes y
terminaron generando alegrías para todos… y dinero.
¿Te ha pasado de tener muchas de esas sorpresas?
Bueno, con Chayanne pasó con el corte de difusión “Si Nos Quedara Poco
Tiempo”, por ejemplo. Nos pidieron opinar sobre cuál iba a ser el primer corte,
y yo elegí otro tema que no era uno de los que había producido yo, que para mí
era un golazo; entonces el management del artista y Sony Music organizaron una
muestra para la prensa en el estudio y presentamos las canciones del disco para
que ellos den un voto especializado. La decisión fue unánime por éste tema. Lo lanzaron
y fue un éxito, ganó un premio Billboard por ser la canción latina mas
escuchada ese año en USA; y contrario a esto, cuando lanzaron el single que
había elegido yo, no corrimos con la misma suerte. Uno con experiencia puede
percibir que canciones tienen algo especial para su audiencia pero no hay nada
escrito; por eso hay sorpresas. En este caso particular, quizás yo era novato
en ese estilo y en lugar. Vengo del rock y de pronto me encontré produciendo Latin
Pop, fue una de mis primeras experiencias y un aprendizaje; me fue muy bien, pero
no hay dudas que afortunadamente para mi, los medios de Miami sabían mas de su
audiencia que yo en ese momento.
Pero en fin la cuestión es que uno puede llegar a tener una idea de lo
que puede gustar a la gente, pero no tomar eso como referencia para componer o
producir. En todo caso una vez que tengas el disco, ves cuál canción podría
gustar más y le ponés unas fichas a esa.
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Con "The Greets" |
A veces en la profesión nos enfrentamos a la música demasiado de este
lado ¿Vos podés abstraerte y ponerte a escuchar como público lo que se está
haciendo?
Sí, y me parece muy importante que un productor pueda hacer eso. Puedo
estar en el detalle fino del editing y a la vez subir y verlo desde la
estratósfera. A lo mejor tiene que ver con los años de radio que hice. Es
fundamental poder verlo también desde afuera al proyecto, porque hay todo tipo
de decisiones que se tienen que tomar. Las macro y las micro.
Las decisiones macro las tomamos por lo general al principio. Propongo
preguntas: “¿A dónde vamos?, ¿Por qué grabamos? ¿Para qué hacemos un disco?
¿Cuál es el objetivo?”
¿Vos cómo encarás una grabación en la que esas preguntas no están
claras?
Por lo general uno cuando tiene una banda y arranca, quiere grabar y no
hay mucho más atrás de eso. Uno piensa objetivos a corto plazo. No hay
objetivos más allá de grabar; es escuchar la música bien grabada, plasmar la
obra.
Creo que hay que pensar un poco más allá. Lo inteligente es planear un
par de pasos más adelante. Según el presupuesto que tengas ¿Qué hacés?
¿Conviene grabar un disco, un ep, un single? Hoy en día la música también es
visual, entonces tenés que incluir sí o sí un video en el presupuesto, o
rebuscártela con alguien que te dé una mano, etc.
Yo siempre digo que el que no te va a escuchar un show, te va a ver.
Hay poca gente a la que le interese ver qué escala hiciste, o que efectos
pusiste, etc. Para escuchar un disco solamente, la gente lo escucha en su casa…
Todo tiene importancia. Si uno es serio con su banda, tiene que
planificar a largo plazo, convenir metas. Reconocer a qué público le interesa
tu música, cuáles son los pasos a seguir para cumplir las metas planteadas,
armar un plan, como en cualquier carrera. Con respecto a lo visual es también
escencial planear el show desde ese punto de vista que vos remarcás, para que
sea una experiencia positiva para el público, que sea disfrutable y que dé
gusto escuchar y ver a la banda.
Acá hay bandas que lo hacen, lo veo. También hay bandas que van
tanteando; lo que en algún punto es lógico, y parte de la experiencia.
Me llama la atención lo que decís, porque realmente es así. Y eso que
yo vengo de otra generación; lo que hay que ver es por qué es así. Es una
cuestión de mas experiencia.
¿Tiene que ver con la formación, la situación general o qué es?
Es probable que la situación tenga influencia en lo que respecta a
presupuestos para producción de shows y también no tener referencias en el
medio tampoco, hablando de Córdoba. Es muy difícil hacerlo sin poder verlo.
Viene Blur por ejemplo, y lo ves como si fuera algo que viene de Marte. Lo ves
muy lejos, pero en realidad es una banda de rock. Son cuatro tipos tocando más
una pista. Hablo de la banda, no de la parafernalia alrededor.
Cuando yo era chico había referencias. Yo iba a ver a los Músicos del Centro,
y sonaban tremendo. Además del sonido, eran ellos los que sonaban. Había otra
visión. Cuando era pibe venía Spinetta a tocar, y uno no lo veía imposible.
Obviamente, salvando las distancias, uno tenía que armar las canciones de
cierta manera, ver cómo se planteaba el sonido desde la banda, etc.
Vos decías de las bandas que ya tienen diez años, y probablemente
empezaron igual que todos, pero se dieron cuenta de esto y se exigieron
mejorar.
¿Puede ser que quienes lo hacen son la excepción y no la regla?
Bueno, la situación económica tampoco ayuda. Por eso no se ven tantos
sonidistas freelance que trabajen junto una banda, con buen equipamiento, que
apuesten a un determinado proyecto para hacerlo sonar realmente pro.
De todas maneras, la banda sola tiene que sonar bien. El sonidista
tiene que saber mezclar las partes con éxito, pero está en ellos cuidar cada
detalle. Si en una sección de la canción una guitarra tiene que sonar como en
el disco que son dos, hay que ver cómo se resuelve. Ver cómo se hace para
lograr sonar con efectividad y fidelidad en vivo, utilizar elementos técnicos,
rever la instrumentación, hilar más fino seguramente, ser exigentes.
Si vas a tocar con una batería prestada, va a sonar como le gusta al
dueño, no como te gusta a vos. Si el disco es en stéreo y vas a tocar en un lugar
donde está todo en mono, tendrás que ver cómo resolver; y si vas en stereo, cómo
vas a panear los instrumentos, los instrumentos tienen que acomodarse en
frecuencias para que no se molesten; cómo van los delays y reverbs para cada
tema, etc. Si vamos a hilar fino, hay que hilar muy fino. El sonidista puede
tener mil trucos para aportar, pero en realidad la banda es la que tiene que
funcionar. El operador no puede hacer magia.
Lo que vos decís que sentís, es así, y el proceso puede acelerarse.
Todos podemos tener limitaciones, pero no hay excusas válidas para el
dejarse estar ¿Cuántos músicos vienen de la calle y tienen éxito? Ed Sheeran
estaba tocando en la calle, y ahora es mega famoso. Pero seguro que tenía la idea
fija de hacer lo que hizo. El sólo con su viola. Una meta, perseverancia,
constancia en mejorar y cierta ambición.
Tenés que realmente esforzarte, porque sino te quedás indefectiblemente
entre la multitud. Hay muchos artístas dando pelea en el mundo. Tenés que
buscar la forma de mejorar tu arte, de hacer algo interesante, de hacer sonar
honorablemente esa magnífica canción que escribiste. Esos son los artistas que
tienen futuro en la música; los que buscan incansablemente.
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Grabando a "Dos Cabezas" con Marcelo Caceres |
Anteriormente hablamos en otros encuentros sobre el quedarse en la
queja como un lugar de conformidad, que no hay lugares para tocar y demás
reclamos continuos de los músicos…
Si no hay lugares para tocar, crealos. Llamá a la municipalidad para proponerles
un show y que te apoyen con un sonido, buscá sponsors, hacé algúna fiesta, un
show como vos querés hacerlo.
En todas las charlas surge esta cuestión de Buenos Aires y el resto del
país. La sensación reinante es que allá hay mucha más cantidad de gente, y más
competencia porque no hay que empujar a todo el mundo para que hagan cosas,
¿Qué te parece a vos?
A mí me parece que si alguien piensa que en Buenos Aires puede triunfar
y acá no… ¿Qué hace viviendo acá? Allá hay gente que se mueve, porque hay miles
que se mueven alrededor. Hay muchos puntos de comparación. Acá no hay tantas
referencias, entonces va más lento todo. Si tenés una banda que en cierta
manera está compitiendo (en la música no se compite, pero sí se compite) te
toca el amor propio y te incentiva, te moviliza para que hagas cosas. Los
Beatles, los Beach Boys, los Rolling Stones lo veían así.
El mensaje que yo doy es que NO HAY excusas para nadie. Si las
situaciones ideales no se dan, crealas vos. No todo significa dinero; algunas
cosas sí, otras no. SI no lo tenés, conseguí que de alguna manera las
condiciones se establezcan para que tu música brille. Si te tenés que mudar,
mudate. Si tenés que trabajar de otra cosa para tener recursos para algo,
hacelo un tiempo y después seguís. Si esperás sentado que un manager o el
Estado te solucionen todo, no va a sucederte nunca; porque al mismo tiempo va a
haber gente que no va a quedarse esperando a que le hagan todo, y eso pasa acá,
en México, en Buenos Aires, en Londres, en Nueva York. En todos lados es igual.
¿Cuáles son las diferencias que encontrás, de acuerdo a tu experiencia
en el exterior, entre todos esos lugares y Córdoba?
Hay menos carencias. Pero estamos hablando de ciudades grandes. Córdoba
no es la ciudad más importante del país, y no tiene una industria consolidada.
Pero si te vas a una ciudad como Ciudad de México, Londres, Sao Paulo, Tokio
son todas ciudades que tienen industria, hay laburo, hay sellos discográficos
con peso, hay producción como en EEUU en Nueva York, Los Angeles, Miami, o en
Nashville. Esas ciudades tienen muchísima infraestructura, y no sólo en lo
técnico sino que se mueven comercialmente. Hay agentes, hay productoras, hay un
montón de cosas que ya están armadas y que generan un circuito de trabajo. Como
banda, tenés exposición a todo.
En la cuestión técnica, la situación económica de cada lugar también
influye, y acá por ejemplo con las sucesivas devaluaciones del peso y los
impuestos aduaneros, se incrementaron los precios del equipamiento para el
músico y estudios de grabación en muchos de los artículos escenciales que no se
producen acá, aunque haya incrementado la industria nacional. De todas maneras,
como dije antes, si las condiciones no son las mejores, hay que crearlas, donde
quiera que uno esté.
Pero ojo, en EE UU hay otros problemas, que no son propios de la
infraestructura. Allá por ejemplo tienen muchísima competencia. Para lograr
algo tenés que ser realmente muy bueno. Acá si tenés talento, sobresalís en
poco tiempo y es probable que si hacés las cosas bien, aparezcas en la tapa de la
sección de “Espectáculos”; pero la suerte de una banda indie de L.A. no es la
misma; para salir en la tapa de Los Angeles Times, tenés que ser Paul
McCartney.
Yo conozco amigos míos que tienen muchísimo talento, te diría
“estelar”, que acá ya se hubieran destacado seguramente y aún la luchan. Ahora,
¿Por qué se logra ese nivel de talento ahí? Porque hay muchísima info alrededor
y mucho movimiento. Además del talento, hay muchísimas muestras alrededor,
mucha gente talentosa trabajando a tu lado, un standard de calidad y el
incentivo permanente de ver que otros con esfuerzo pueden, te ayuda a alcanzar nivel
y metas mucho más rapidamente.
En todos lados hay ventajas y desventajas. Si tu música es realmente buena,
si tu banda la rompe en vivo, seguro que vas a llamar la atención. Si hacés las
cosas bien, se va a notar en poco tiempo. En una metrópolis no es así; va a
haber quinientos que hacen las cosas bien.
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José y Marcos French |
¿Qué ventajas ha traído la cuestión del digital? ¿Tiene algo que ver
con la calidad musical?
Todo eso tiene varias respuestas. Te contesto con lo que me parece lo
principal. En lo digital hay dos puntos importantes. La grabación es uno y el
delivery (o el formato) es otro.
Yo no tengo problema con que la música hoy no suene a cinta. A mí me
gustan mucho los discos grabados en 2 pulgadas, he grabado de esa manera, pero
también creo que estamos acostumbrados a escuchar así. Nos encanta, se nos caen
las lágrimas, porque muchos de los discos que nos gustan tienen ese sonido, esa
distorsión amigable. Por otro lado, ¿CD o vinilo?, si te ponés a escuchar la
última masterización de los discos de Pink Floyd en digital y en vinilo, ¿cuál
suena mejor? Es realmente subjetivo y depende mas de una cuestión emocional que
del audio mismo. El master digital suena más cercano a la realidad de lo que se
grabó. A la larga el WAV termina siendo más fiel a lo que tomó el micrófono y a
lo que escuchaba Alan Parsons en la sala de control. Aunque el vinilo guste
mas, es un agregado a la mezcla, la púa y el vinilo, tiene su encanto…
Eso no quiere decir que te guste más el digital por esa cuestión. La
gran ventaja de ese formato son las inmensas e innumerables posibilidades a
disposición, lo que seguramente impactan de una manera muy positiva en la
creación y producción del artísta. Sin contar la accesibilidad del músico a un
sistema de grabación profesional, lo que antes era impensado.
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Con Nacho de "Los Frenéticos" |
La otra cuestión es que lo más importante es el arte. Tengo discos
grabados en cuatro canales que me encantan, y suenan horrible. Pero las
canciones están buenas y gracias a Dios el tipo las grabó de esa manera porque
no tenía otra opción. Hay que grabarlo, con los medios con los que se cuente.
Creo que es una ventaja que el músico pueda hacer grabaciones en su
casa. Respecto a la generación anterior, es una oportunidad enorme de progreso.
Por eso soy un poco exigente, ya que teniendo esa oportunidad de grabar
tu música en tu casa o la de acceder a una biblioteca universal como el
internet, (yo solo tenía acceso a los discos que vendiera la disquería
especializada) no es perdonable (y perdón que sea tan absoluto) que un músico del
siglo XXI no aproveche toda esa info disponible, o desconozca ciertas cosas; hay
que ser inquieto y no perder la curiosidad, hay mucho para escuchar que
quedarse rotando el mismo disco a diario. Es necesario aprender a escuchar para
poder hacer lo mejor de tu arte. El que se nutre de buenas canciones tiene de
verdad mucha ventaja.
Si tenés una charla de producción y necesitás una referencia, en dos
clicks la tenés. Antes esa opción no existía. El mismo día que hiciste el
master la gente escucha lo que masterizaste. Más instantáneo que eso, no
existe. Si querés saber el impacto que tiene la letra de tu canción que habla
de un evento vigente, esa info la obtenés super rápido. Antes para hacer eso,
tenías que tener muchísimo dinero, y mover todo un aparato de intermediarios.
Más allá de que yo tenga un estudio y quisiera que todos vinieran a
grabar acá, es muy positivo que los músicos puedan hacer cosas en su casa, su
arte tiene grandes posibilidades de crecer en menos tiempo.
Inlcuso hacer híbridos entre estudios y home studios…
¡Claro! Es otra forma de combinar presupuestos y buen audio. Lo
importante es poder hacer lo que antes era imposible sin un contrato
discográfico. Si, a veces suena más o menos, pero no siempre. Hay cosas muy
buenas. Hay muchos discos con sonido de demos, pero hay otros bien logrados con
muy poco. El techo del standard subió menos que el piso, es decir que es
dificil hacer realmente una muy mala grabación, aunque se puede.
Antes en general los discos sonaban bien, porque las discográficas no
te dejaban sacar un disco más o menos ni a palos y pasaban muchos filtros.
Ahora hay mucha mas cantidad de material discográfico disponible, de todas las
calidades.
De todas maneras hoy existen herramientas técnicas que pueden “mejorar”
(o empeorar si no se usan bien) las performances grabadas. si tocaste fuera de
tiempo lo podés corregir, si está desafinado lo podés afinar, etc. Es casi
imposible no sonar aceptablemente bien.
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Con "Fly Fly Caroline" |
¿A dónde está el límite en eso? Yo por ejemplo, soy de la idea de que no
hay que tocar casi nada.
Bueno, justo toqué un tema polémico como el de la afinación de voces. Nosotros
trabajamos con emociones en la producción. Entonces las decisiones están
dictadas por la transmisión mas efectiva de las emociones de la interpretación
del artista. El productor puede usar herramientas como esa para corregir una
toma que es muy emotiva pero tiene un error, o puede a propósito usar la misma
herramienta para crear otra emoción, una nueva que no existía. Una decisión
creativa para comunicar el mensaje de otra manera. Para mi es solo una herramienta
mas, que es filosa y hay que usarla con criterio.
Es como una pintura, estás trabajando sobre algo que no siempre tiene
que ser perfecto y otras sí. Si buscás una sensación de armonía y estructura,
hay cosas que podés técnicamente hacer para provocar esa emoción y acompañar el
concepto que se haya planteado al respecto. Lo ideal es que no tengamos que
tocar nada, que la emoción venga de la interpretación y nosotros saquemos la
foto.
En eso estoy de acuerdo. Yo crecí sin Pro Tools. A mí me gustan las
grabaciones de antes, en las que era más humano porque no se retocaba todo,
porque no se podía con el nivel de detalle que se puede ahora. Cuando te toca trabajar
con artistas que tienen el talento para hacer tomas memorables, es realmente especial.
Si escuchás discos del 2000, están super editados y ya eso no me gusta
tanto; pero a la vez, si escuchás discos de los ‘80s hechos con máquinas,
tienen esa estabilidad y esa emoción sublime por decirlo de alguna manera, que
se da solamente con esa perfección lograda con el uso de la máquina de ritmos…
(Canta la frase “West End Girls” de Pet Shop Boys - risas).
Yo no reniego de eso. Depende del punto de vista de la producción. Para
mí lo más importante es la canción. Si no tenés la canción, todo lo demás es completamente
en vano. Vas a invertir meses queriendo hacer sonar majestuosa una canción que
no conecta. Lo más importante es que exista un mensaje (lírico o musical), el
que sea, pero que exista un mensaje que sea hermoso, que produzca una emoción;
que puede ser triste o positiva. Lo que el artista quiera transmitir. No hay
artilugios técnicos que puedan resolver la carencia de talento o de contenido.
Por eso, la etapa más crítica en el proceso es la preproducción y que
las canciones que elijamos sean realmente muy buenas, que todo esté en orden y
todo te esté llevando a un mundo propuesto, que en ningún momento las canciones
te obliguen a irte, que no haya frases en la letra que no aporten nada al
mensaje. La letra es muy importante, más de lo que por ahí se cree, porque le
da personalidad a la canción y crea muchas veces una conexión directa entre el
emisor y receptor, un puente.
Cuando lográs colaborar con el artista para
que éste logre transmitir lo que quería de la manera más interesante posible,
todo lo demás se hace muy fácil. Porque la canción ya suena bien, ya conmueve.
Todo lo demás es no restarle, sino sumarle más belleza o un maquillaje de buen
gusto.
Hasta acá la charla que tuvimos
con José Gentile, a quién le agradezco enormemente por recibirme de tan buena
manera en su estudio y prestarse a charlar con un incipiente productor local,
sin ningún impedimento.
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Con Manuel de "Back To When" |
José me pidió específicamente que
les hiciera saber a todos los que leen este artículo, que si quieren hacer
cualquier tipo de consulta, pueden contactarlo a través de su perfil de Facebook
sin ningún problema. El link para visitarlo es el siguiente: José Gabriel Gentile
Una vez más me encuentro
charlando de lo que amamos hacer con gente talentosísima y que ha hecho y sigue
haciendo tanto por Córdoba y por la música. El denominador común que se
reconoce es la perseverancia por perseguir los sueños y lo que uno ama; las
formas van a depender de cada uno de nosotros y del empeño que pongamos para
lograrlo.
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